¡Regresando por los pelos!

Machu Picchu Pueblo.

Después de seis horas y media de caminata llega la hora de reponer fuerzas, me dirijo al primer restaurante que encuentro según bajo del minibús y me pido el plato típico de la zona. No os podéis hacer una idea de lo bueno que está.

Carne de alpaca.

alpaca.

Cómo puedo estar comiéndome una cosa tan bonita, pues no lo sé ni yo. Pero lo buena que está su carne, ¡Madre mía!. 

A primera vista parece un filete de ternera pero no, es alpaca 100%, si tenéis la oportunidad de comerla os va a encantar.

¡Buen Provecho!

No puedo con mi cuerpo, la mejor decisión es regresar al hotel, echar la siesta y hasta que el cuerpo aguante. Me duelen hasta las pestañas...

Lunes. Dos de la mañana, suena el jet lag. No me lo puedo creer llevo seis días en Perú y no he podido adaptarme a los horarios.... ¡Qué horror, otra madrugada en vela!.

En tan poco tiempo es muy difícil adaptar tu cuerpo a un huso horario, máxime cuando donde vas son seis horas menos que tu huso horario habitual. En los pasillos del hotel se escucha gente dando vueltas y entrando de habitación en habitación, imagino que tendrán el mismo problema que yo.

Cuento alpacas para poder dormir y es imposible, la quinta alpaca ya me sale fileteada y con sus patatas de guarnición. Mi cuerpo me pide marcha y no hay nada abierto en la calle como para salir a dar una caminata.

¿Solución? Móvil en mano y hablar con los conocidos y amigos de Europa que a esas horas ya están trabajando o en alguna actividad diaria.

Así transcurre la mañana hasta las siete que tengo que ponerme en marcha. En Machu Picchu pueblo los hoteles, hostales y hospedajes tienen como hora límite de check out las nueve de la mañana.

Os preguntaréis por qué tan temprano, pues es muy fácil, ya que si piensas regresar a la Hidroeléctrica de Machu Picchu caminando tienes que comenzar la andadura como muy tarde a las 10 de la mañana para llegar sobre la una de la tarde, o a más tardar a las 14:00 pm, ya que los autobuses salen con destino Cuzco a las 14:30 pm. 

Ese no es mi caso, al levantarme para ponerme en marcha, mis gemelos y mis músculos responden con mucho dolor. El ascenso vertical me ha pasado factura, los escalones del Huaynapicchu me han dejado fuera de combate por KO técnico.

El simple hecho de levantarme de la cama ya es un suplicio ¡Me duele todo!. Como puedo me levanto y me voy a la ducha a ponerme agua caliente a ver si así relajo un poco los músculos porque el dolor es impresionante.

Llega la hora de abandonar el hotel, son las nueve de la mañana. Mi primera y única opción es ir a la estación del tren que la tengo al otro lado del río para comprarme el billete de regreso a Hidroeléctrica Machu Pichhu. No soportaría hacer la caminata de regreso ya que las piernas tardan en responder y sería un castigo para mi cuerpo.

Un trayecto que en condiciones normales me supondría cinco minutos, me lleva diez. Subir los peldaños del puente me hacen ver las estrellas, y eso que son las nueve y cuarto de la mañana. Con dificultad corono el puente y comienzo el descenso a la estación. Es la mejor opción, mi cuerpo no soportaría la caminata de regreso.

¡Ya está!. Billete para las doce y media a Hidroeléctrica con Perú Rail por el escalofriante precio de 24 dólares. ¡En fin, me ahorro el comentario!.  No comprendo por qué si en el mismo tren viajamos extranjeros y peruanos, a los nacionales les cobran 24 PEN hasta destino y a mi por ser extranjero me cobran 24 U$. ¡Es un robo a mano armada!.

Formula de cambio Peruana: Extranjero = 1€ o 1U$ = 1PEN,  cuando debería ser 1 U$ americano = 3.45 PEN  y   1€ = 3.80 PEN. ¿Conclusiones?... 

Qué ganas tengo de llegar a Cuzco para coger el avión de regreso a Lima, y allí poder subirme al avión de Iberia para regresar a casa. 

Hasta el higo estoy ya de los abusos de los Peruanos a la hora de cobrarte los servicios que contratas.

Para relajarme me voy a la plaza del pueblo a buscar un desayuno y tratar de calmar la impotencia que siento en ese momento.

Me espera un largo y movido viaje...